Después del divorcio de Dios...decidí sin preguntárselo a nadie que le iba a concertar una cita a ciegas con una mujer la mas grande de mi país entonces y que omito aquí por respeto...fue super complicado...el Divino Hacedor andaba a hacer la puñeta a los humanos y a tocarles la moral y la mas grande liada con no se quien en aquel momento...pero yo soy muy pesada así que llame al papa Juan Pablo II y le pedí que interfiriera...entonces funciono...y así siguen hoy por los cielos...casados y felices...lo de las perdices ya no lo se.
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