Alelada me quede una mañana al despertarme y mirarme en un espejo...pense...joder que susto...en casa no se
reían mucho ya conmigo ya
había envejecido y creo que ya no interesaba ni al
espíritu santo...
así que
decidí que algo tenia que hacer...y a publicar en
Internet me
decidí...un amigo me animo...dijo es bueno
publicarlo en
Internet...y bueno
volví a quedarme alelada como cuando me mire en el espejo...no solo gustaba...encima se
partían de risa...reconozco que para leer algunas cosas hay que o beber alguna cerveza o fumarse unas yerbas de la risa...
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