Mis libros son en realidad, como los hijos que nunca tuve y me han dado muchas satisfacciones, mis libros salen del sudor de mucho trabajo personal y solitario, escribiendo al amanecer y dejándome la piel en cada palabra y cada punto suspensivo, escribo con pasión y fuerza pues en los años, que lleve a cabo mi aventura literaria mis libros me devolvieron las cosas que había perdido y volvi a recuperar, son mis libros, como los hijos que nunca tuve.
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